Un Sábado del Consuelo Más

Por: Sergio Osegueda

Fotografia: William Cameros

Murmullo se escucha en las calles, una vez más se llego ese sábado en el que los días grandes están a punto de invadir nuestros sentidos.

Algunos han ido a recoger los turnos que han quedado pendientes, otros quizás con un esbozo de melancolía tienen que dirigirse a trabajar pidiendo al cielo la jornada acabe rápido para regresar al centro e iniciar la Semana Santa.

El templo de la Recolección ya luce abarrotado y apenas son las 8 de la mañana, faltan únicamente 2 horas para iniciar el cortejo procesional de Jesús del Consuelo.

Los devotos ya abarrotan las puertas de acceso al templo, en el interior una alfombra al estilo antigüeño marca el camino de salida de la consagrada imagen que un año más saldrá a impartir sus bendiciones.

Poco a poco llegan todos, los mensajes se inician, desde el Arzobispo Metropolitano Oscar Julio Vian, pasando por el padre director Fray Pedro Medina y los directivos de la hermandad.

Las andas son incensadas, el Nazareno vistiendo una túnica verde bordada en hilos de color de oro ya esta listo para ser levantado en hombros. De pronto el toque del Silencio irrumpe el templo y se eleva una oración al creador en medio de las volutas de incienso.

El timbre suena mientras resuena la dulce marcha de Fray Miguel Ángel Murcia, Jesús del Consuelo.  El Nazareno Recoleto comienza así su piadoso recorrido procesional de Sábado del Consuelo.

El calor se hace cada vez más fuerte, mientras que Jesús va caminando por las calles del Centro Histórico y llevando el mensaje: “Pero tú, Daniel, guarda estas cosas en secreto y sella el libro hasta el tiempo del fin”.

En punto de las 3 de la tarde el cortejo ya hacía su paso por el Santuario del Señor San José mientras sus devotos se unían, los que regresaban del almuerzo y los que con fe y amor retornaban de sus labores para integrarse al cortejo.

Al llegar al Arco de Correos el sol doro el color del ambiente mientras se ocultaba en el horizonte y la imagen caminaba por primera vez hacia la sexta avenida entre la 12 y décima calle para enfilarse por la misma y pasar a un costado del templo de El Carmen por primera vez.

La noche se hizo presente y la luz artificial iluminaban las andas y las alfombras hacían gala desde la octava calle y décima avenida hasta el templo de Santa Teresa donde el cortejo buscaba ingresar a los parques.

Fieles que durante hora y media esperaban el paso frente a Catedral Metropolitana vieron recompensada su espera cuando a las 9 de la noche con 30 minutos el consagrado recoleto impartió sus santas bendiciones, sabiendo que al enfilar por esa sexta calle frente al Palacio Nacional de la Cultura, iniciaría la parte final del cortejo.

Han pasado 14 horas desde que se levantaron las andas procesionales, los fieles nuevamente abarrotan los alrededores de La Recolección, esta vez acompañados de cansancio tras una larga jornada llena de bendiciones.

Los ciriales y estandartes empiezan a llegar a la rampa de acceso al atrio del templo, mientras el anda de Jesús aún cruza por el INCA. Son pocos los fieles que logran ingresar al templo. En el interior la oscuridad da un marco perfecto para la espera de Jesús.

Nadie quiere perderse ese momento, mientras en el atrio “La Fosa” acompaña a Jesús, adentro la mayoría prepara sus cámaras y teléfonos celulares, nadie quiere olvidar ese momento y guardarlo para la posteridad.

El nazareno ilumina el interior del templo y los corazones de los presentes, mientras que “Jesús del Consuelo” resuena, el nazareno es colocado en sus pedestales esperando que ingrese la Madre de Dolores.

El cortejo ha concluido, un año más se ha podido decir misión cumplida, y mientras sus fieles empiezan a despedirse, el canto de “El Perdón” se escucha al fondo, mientras se eleva una nueva oración a Dios para pedir que nos preste la vida un año más para vivir un nuevo Sábado Del Consuelo.