Novena al Niño Dios: Día Sexto
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Novena al Niño Dios
Acto de Contrición
Por tu santísima virginidad y Concepción Inmaculada, Purísima Virgen, limpia mi corazón y mi carne en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Luego se dirá rezado o cantado, este verso que usa la Iglesia:
Ven, Santo Espíritu, ven,
hincha llena de tus dones,
quema, abrasa corazones,
de los fieles que en ti creen.
Dulcísimo Niño mío, piedra preciosa y fundamental de la Santa Iglesia, que desechada de los hombres, vino a ser piedra angular de todo el edificio figurado misteriosamente en el Portal de Belén, en que naciste, hermoso peregrino, por no haber hallado en el mundo otro mejor albergue en que nacer: ven a mi corazón y llenándolo del reconocimiento de la verdad, haz que desprecie por ti, toda la pompa y vanidad del mundo. Amén
Padrenuestro, Avemaria y Gloria al Padre, luego rezado o cantado, este verso de San Bernardo:
Cuando al corazón desciende
Jesús, la verdad se aprecia,
La vanidad se desprecia,
Y la caridad se enciende.
ORACION
Bellísima María, palacio del Espíritu Santo, tálamo del divino Esposo y reclinatorio de la Santísima Trinidad, que habiendo sido casa de un corazón purísimo fuiste hecha templo de Dios, tabernáculo de la divina gloria, que llevaste por el mundo, hermosa peregrina, hermosura de aquel cielo, que no hallo casa en la tierra en que nacer, ven a mi corazón y llenándolo de pureza y santidad, hazlo templo y sagrario de tu Jesús. Amen
Padrenuestro, Avemaría y Gloria al Padre, luego rezado o cantado el siguiente verso que usa la Iglesia:
Casa virginal tu pecho,
Al punto en que la deidad
Encarno en tu puridad,
Un templo de Dios fue hecho.
ORACION
Castísimo José, velo misterioso del mas oculto y venerable tabernáculo del templo de María, llave de oro del testamento viejo, a quien se fiaron los más secretos misterios de la ley de gracia, pues no hallaste, peregrino, quien te abriera las puertas de su casa, cuando ni tu querida esposa hallo donde alumbrar, ni tu amantísimo hijo lugar en que nacer, ven a mi corazón y cubriéndolo con el velo de su protección abra sus puertas para que en el entre Jesús. Amen.
Padrenuestro, Avemaria y Gloria al Padre, luego rezado o cantado, el verso de San Bernardo:
Del templo tú eres el velo,
del testamento la llave
¡Oh José, cuanto en ti cabe,
y cuanto se fijó a tu celo!
Hágase la petición y luego se reza la oración propia de cada día.
Día Sexto
Agustísimo Jesús de mi corazón, Rey de los Reyes y Señor de los Señores, que habiendo nacido de la real casa de David, no quisiste nacer en casa real, trocando los palacios de tus progenitores por el humilde establo de Belén: cuando, para nacer, peregrino en el mismo reino de que naciste Rey, buscaste con María, tu Santísima Madre y en compañía de José, tu padre adoptivo, cortijo en que nacer y no lo hallaste. Por aquel afecto de humildad que resplandeció entonces en tu corazón, te pido me concedas un corazón humilde y despreciador de toda honra; para que naciendo Tú en él, solo en Ti se glorié, en Ti solo se honre, por Ti solo se ensalce y glorifique. Amén.
ORACION FINAL
Para cada día de la novena
¡Oh Jesús mío! Divino Niño nacido en el humilde Portal de Belén, postrados a vuestros pies, con espíritu de fe, amor y adoración, recibid nuestra gratitud por todos los favores que inmerecidamente recibimos diariamente de Vos. Os hacemos homenaje de todo nuestro ser, ofreciéndoos el oro de nuestras buenas obras, el incienso de nuestras oraciones y la mira de nuestros trabajos y penitencias.
Cantemos himnos de alabanza a su augusto nombre, como a Nuestro Salvador y Nuestro Dios.
Amén