400 Años de Amor y Devoción Mariana

400 Años de Amor y Devoción Mariana

Por: Sergio Osegueda

40 campanadas dieron inicio a la fiesta, un año que se espera este lleno de júbilo y alegría pues la que ha marcado la historia de la capital esta de aniversario.

La historia comienza en el siglo XVII, y es necesario hacer mención del personaje más insigne ligado a la imagen de la Virgen del Carmen como lo es Juan Corz, un misionero miembro de la Tercera Orden del Pobrecillo de Asís.

Corz como peregrino habría visitado los santos lugares en Jerusalén decidiendo entregarle su vida a Dios como ermitaño, siendo su primer propósito el trasladarse a la recién descubierta América, durante su venida paso por la ciudad de Ávila, donde las Carmelitas al enterarse que Corz vendría al nuevo mundo, le pidieron que trajera una pequeña imagen de su patrona, la Virgen del Carmen pues era un deseo de Santa Teresa a la hora de su muerte, asegurando que sería la misma Virgen quien elegiría su lugar de veneración.

El misionero de origen italiano acepto y se embarco rumbo a América, nunca perdió de vista a la imagen, a principios de los años 1600, Corz llego a Guatemala y se establece en el entonces conocido Valle de las Vacas encontrando dos cuevas entre unos peñascos donde eligió como logar para realizar su vida como ermitaño utilizando una como habitación y la otra como lugar para veneración de la Virgen.

Solo dos veces al año salía para pedir limosna el cual le servía como sustento, esto provocó que las personas del lugar se dieran cuenta de la presencia de Corz y de la imagen que poco a poco empezaron a visitar en lo que llamaron el Nicho de la Virgen.

Al apreciarla los vecinos acordaron que no podían dejar a una imagen tan bella en una cueva, por lo que dispusieron construirle una capilla en el Valle de la Leonera al cual el misionero acepto, trasladándola en solemne procesión.

Sin embargo al día siguiente de su traslado, la Virgen había desaparecido de la capilla, pensando en que la habían robado, comenzó su búsqueda, llevándose la sorpresa que la imagen se encontraba en la cueva de donde había sido sacada.

Dados estos acontecimientos, se le pidió a Juan Corz que en sus oraciones pidiera a la Virgen le mostrara el lugar donde ella quería estar, días después los vecinos y el ermitaño subieron a un cerro ubicado en el centro del valle, el cual a criterio de Corz tenía mucha similitud con el monte Carmelo conocido por el durante su viaje a Jerusalén.

Desde acá los vecinos decidieron realizar la capilla de la Virgen del Carmen, desmontando una parte del cerro y construyendo una pequeña ermita con su respectivo campanario y cerca de una habitación para Corz para que viviera en ella y cuidara de la imagen y la capilla.

Esta primera capilla fue destruida por un incendio el cual se desconoce su origen pero arrasó con todo salvando únicamente la imagen de la Virgen que fue colocada en una enramada donde se ubico hasta 1620 luego de que se terminara de construir un nuevo templo y que la fecha se puede observar en la sacristía de la iglesia.

Un tercer cambio llegaría 100 años después donde debido a lo deteriorado de la madera, se decide hacer una nueva construcción, erigiendo el templo que actualmente conocemos y que ha ido modificándose con forme el tiempo lo ha ido exigiendo así también los embates de la naturaleza.

En el interior de la capilla, quien ocupa el lugar central es la imagen de la Virgen del Carmen traída por Juan Corz, una talla de madera dorada, de 44 centímetros de alto, incluyendo ropaje y manto, revestida de plata trabajada a cincel y brile que cubren el hábito y el manto, toda sobre un pedestal de plata, en su pecho muestra el escudo carmelita incrustado de rubís y brillantes.

 Por debajo de sus brazos y cubriendo con su manto se encuentran cuatro imágenes de carmelitas dos hombres a la derecha y dos mujeres a la izquierda, los 4 en actitud de adoración al sentirse amparados por la Santísima Virgen.

 La rodea una gloria de plata sobredora con rayos, chispas, querubines y cruces, en sus pies se ubica una peana revista de chapas de plata con la luna al centro, en esta peana se observa el nombre Simón Vásquez, quien es el platero que tuvo a su cargo realizar la escultura de la virgen.

 No obstante, tras más de 3 siglos de historia, el 19 de abril de 2001 la imagen fue sustraída del templo y recuperada en febrero de 2003 en una aldea de Tecpán Chimaltenango, localizada sin su chispa, corona, mantilla, aretes y uno de los escapularios.

 Fue encontrada en casa de una familia que la encontró tirada en una cuneta de la carretera, luego de su recuperación, paso un año en los talleres de restauración del IDAEH pues le faltaba parte de los dedos y la nariz además de algunas gritas y fisuras además de un deterioro en su vestimenta. Todo lo robado fue reemplazado.

 Después de los trabajos de restauración la imagen volvió a su capilla en lo alto del Cerro del Carmen donde se le mantiene en veneración.

 Hoy 400 años después de que Juan Corz trajera a la imagen de la Virgen del Carmen a Guatemala, las autoridades eclesiásticas de la ermita han declarado el año 2013 como año jubilar mariano y celebrar a lo grande este acontecimiento, para lo cual se esperan diferentes actividades durante el año.