Celebremos la venida del Señor, Mensaje de Adviento de nuestro D.E. Padre William Castañeda

CELEBREMOS LA VENIDA DEL SEÑOR

Iniciamos de nuevo el camino con Jesús celebrando a lo largo del año litúrgico, los misterios que nos dieron nueva vida. La primera etapa es la Venida del Señor. El Adviento y la Navidad. El Adviento celebra y prepara la Venida del Señor. Este tiempo litúrgico tiene dos etapas, la primera apunta hacia la definitiva venida de nuestro salvador. A estar siempre preparados, “El Espìritu y la Esposa dicen; Ve, Señor”. La Iglesia no pierde la expectativa de la segunda venida en la gloria de su Esposo y Salvador Jesucristo. Por eso clama siempre: Ven, Señor Jesús. La segunda etapa en la que apunta a la celebración de su primera venida en nuestra carne mortal, nacido de la Virgen Maria, en las ferias del 17 al 24 de diciembre. Como vemos no es solo preparación a la Navidad, nos hace ir mas allá, a la plenitud de las promesas de Jesucristo.

El Adviento es tiempo de preparación, no es la fiesta, por eso es importante guardar el debido cuidado de celebrarlo como lo que es; tiempo de preparación. Esta preparación está marcada por el ritmo de los cuatro domingos que preceden a la Navidad. La Palabra nos invita a vivir sobre todo cuatro actitudes: La Vigilancia, la necesidad de estar despiertos. La Conversión, a través de la voz de Juan el Bautista: Enderecen los caminos al Señor. La Alegría que brota por la llegada del Reino de Dios a nosotros.  Y la Acogida, como María y José, que acogieron desde la fe al Mesías, creyendo en la Palabra de Dios.

El Adviento nos recuerda que debemos estar atentos, y hoy vemos cómo el consumismo nos está robando el adviento y la navidad. Han empezado a celebrar la navidad y ni siquiera hemos celebrado el adviento, y cuando realmente comience la navidad, para ellos ya terminó, porque terminó la venta. Se habla de un ambiente navideño que en el fondo nada tiene que ver con la Natividad de nuestro Salvador.  El creyente debe estar despierto para no dejarse robar estos tiempos de gracia, que son para acercarnos más al Señor, para acogerlo de nuevo en nuestra vida, estar atentos a su llegada, mirando hacia la plenitud de la vida,  y dejarnos asombrar por el misterio de su amor revelado en la pobreza, la humildad y la sencillez, de niño que nace del vientre virginal de María en el portal de Belén.

La Vigilancia, la conversión, la alegría, la acogida, nos piden vivir el Adviento en un espíritu de oración y austeridad, que luego hagan sentir el verdadero gozo de la llegada del Señor.

El tiempo de preparación está marcado por el color morado, que nos invita a preparar los caminos al Señor, y la corona de Adviento, que anuncia la eternidad, y va marcando con sus cuatro luces el camino progresivo de los cuatro domingos que nos llevan a la Navidad, es una oportunidad para orar en familia y reunirse en torno a la Palabra de Dios.

Que este adviento de frutos de vida nueva en todos nosotros.

Pbro. William Rolando Castañeda