Jueves Santo 17 de marzo de 1924

Crónicas y Recuerdos de Jesús Nazareno de Candelaria

Jueves Santo 17 de marzo de 1924

En la punta de una escapada montaña se presenta Jesús Nazareno resguardando un nido del ave mítica ibis* que desangra su pecho para dar su sangre como alimento a sus hijos como Cristo en la eucaristía, la noche del primer Jueves Santo, el cuadro es completado por una profusa cantidad de flores de diferentes especies. (El Nazareno. Año III, N º 76. Imprenta San Antonio, Guatemala, 9 de abril de 1925. p.1.) Esta es la primera fotografía de la procesión de Jueves Santo de Jesús Nazareno de Candelaria identificada confrontando documentos e imágenes de fotografía. Los turnos para cargar este Jueves Santo fueron impresos en la Tipografía San Antonio y mostraban ya un desarrollo pleno del diseño gráfico que simulaba una tarjeta de invitación a un evento de la época.

En la parte superior de dichos documentos se colocaron los datos generales de la Asociación, seguidos en la parte central de la imagen de óvalo de Jesús Nazareno derivada de su fotografía oficial de consagración; completa la parte inferior de la tarjeta el número de turno y brazo correspondiente y marca de imprenta. En el reverso se escribió en un espacio en blanco el nombre del penitente Agustín Barreda y su número de inscripción. * En relación al ibis el historiador Gabriel Morales Castellanos indica que esta es un ave zancuda, llamativa por su plumaje y longitud y curvatura de su pico, en la cultura egipcia se le asocia a Thot, el Dios de la sabiduría de tamaño similar o un poco mayor al de una gallina, en esta sociedad se le tiene un particular agradecimiento porque se alimenta de serpientes y huevos de cocodrilos, a la vez somete a otros reptiles que amenazaban a la población, dándosele por lo tanto un sentido anti demoníaco. Por su sagacidad. En la cultura griega se le identifica con el dios griego Hermes. Es evidente que en ningún momento es un ave que se auto sacrifique para alimentar con su sangre a sus pichos, aparte de eso en el Antiguo Testamento a las aves zancudas se les asimila a significados negativos.

A su vez en relación al pelícano en la tradición occidental se dio la leyenda que esta ave alimenta a sus crías, si fuera necesario hiriéndose en la pechuga y que estos beban su sangre y sobrevivan, creencia derivada de los primeros bestiarios (siglo II) en el cual se indica que el pelícano mata a sus crías y les devolvía la vida tres días después a través de su sangre, por lo que los emblemistas de la edad media vieron en él un relato cuyo simbolismo podía ponerse claramente en relación a Cristo, que entregó su sangre para la redención del pecado original y que resucitó a los tres días. 

Tomado del Libro Crónicas y Recuerdos de Jesús Nazareno de Candelaria Escrito por: Dr. Fernando Urquizú y Erick Espinoza. Escuela de Historia - Universidad de San Carlos, CIAG.